sábado, 13 de abril de 2013

“No me estoy preparando para la posteridad”



Por David Gavidia (Notas) el Sábado, 13 de abril de 2013 a la(s) 15:26


Es uno de los periodistas más polémicos de la televisión. Tiene 300 corbatas y no aspira a convertirse en un literato de traje de terciopelo y plumas de ganso.
[publicado en la edición N° 100 de la revista Correo Semanal]
Texto: David Gavidia // Foto: Elias Alfageme.

- En “Soy el hombre de mi vida”escribes Enséñale a caer. ¿Cuántas veces se tropezó?
Incontables. La vida es un aprendizaje permanente y el oficio que escogí esta lleno de caídas. La televisión es inestable. Perú es inestable. No imagino cómo será estar pegado a la rutina del éxito o del fracaso. Me gusta tener altos y bajos. He cometido errores, a veces catastróficos, pero siempre he podido reinventare  regresar y reconstruirme.

- Tiene que ver con no tirar la toalla.
Cuando amas lo que haces y tienes la voluntad de seguir haciéndolo pues buscas nuevas maneras de hacerlo. He intentado de todo, salvo la radio.Hice historietas, noticias diarias. En periódicos hice locales, policiales,culturales, suplementos de humor, crónica. He sido reportero de televisión,entrevistador, conductor de programas de entretenimiento en Enemigos Íntimos yde concurso, en el Valor de la Verdad. Cada cosa la he tratado de hacer lo mejorposible y de disfrutarlo.

- Menciona el Valor de la Verdad. ¿Qué experiencia le dejó?
En general, buenísima. Fue un desafío hacer algo que no se me hubiera ocurrido y, modestia a parte, fue el programa más exitoso del año pasado.

- ¿Le marcó lo ocurrido con Ruth Talía?
La vida está llena de circunstancias dramáticas. Para un periodista,que su entrevistado muera asesinado es dramático, pero de allí, que algunos críticos perversos me quieran atribuir alguna relación causa-efecto me pareció miope y mezquino. Las críticas más severas vinieron de un periódico que tiene un canal de televisión al cual le ganaba todos los sábados en sintonía. Entonces, partiendo de allí, no es objetivo.

- ¿Dejaría el periodismo o la televisión por la literatura?
Muchos me ha dicho: deja la televisión que es frívola, pacharaca,dedícate a la literatura que supuestamente es más alta, más cultural. Yo no creo que uno sea más importante que el otro. De hecho, estar en televisión hace que el establishment literario me vea un poco arrugando la nariz o por encima del hombro, lo que me tiene sin cuidado. Yo no quiero ser un literato de traje de terciopelo y plumas de ganso, no me interesa serlo.

- Entonces...
No tengo la disciplina para, estando desempleado, levantarme a las 8 de la mañana y escribir hasta las 2 de la tarde, como hace Mario Vargas Llosa.Yo necesito la adrenalina de lo inminente, del tener que escribir porque sale publicado mañana, del cierre de edición, del editor jodiéndote sobre el hombro.Es la manera como estoy entrenado para trabajar.

- ¿Cuantas corbatas tiene?
Unas 300... y 30 michis. Siempre me había rehusado a usarlas porque me parecían incómodas, nunca quise que mi personaje televisivo sea tan formal. Luego me di cuenta que, la gente con la que iba a competir, estaba bastante maltrajeada y dije: “yo ni cagando”. Entonces pensé, si voy a usar corbatas, quesean chillonas, divertidas, las más rayadas y cuadriculadas. La gente me tolera ese tipo de excesos porque, imagino, son el rezago de un pasado excesivo. Ahora que cumplí años me regalaron como 10 corbatas.

- Cumplió 45, ¿cómo los lleva?
Genial. De hecho tienes las cosas mas claras, menos angustia por el futuro. Ya no me preocupo demasiado por el que qué vendrá, qué quiero tener,qué quiero hacer. Me entusiasmo con los proyectos en los que estoy. Y disfruto mucho el ahora. No estoy lamentándome por el pasado. O angustiándome por el futuro.

- ¿Le gustaría vivir cien años?
Una de las cosas que tengo claro es que quiero vivir el tiempo que pueda valerme por mi mismo, que mi cerebro funcione como hasta ahora. No quiero ser una carga para nadie. He vivido de cerca lo que es el deterioro de la vejez por mis padres y bueno, puede convertirse en una lenta agonía. Me gustaría un final súbito y sorpresivo.

- ¿Soñó con su muerte? A muchos les gustaría que la muerte de cada uno sea de manera trágica.
¿Para ser un mito? No. De qué me sirve ser un mito muerto. Yo espero que lo poco que pueda hacer, decir o escribir sirva mientras este vivo. Todo están efímero, tan precario, que hay que disfrutarlo mientras estas. Si después alguien te recuerda... ¡mostro!. pero no me estoy me preparando para la posteridad.