Harto de la publicidad exagerada del roedor del BCP, me atrevo a proponer secuestrarlo y cocinarlo. ¿Quién me ayuda?.
David Gavidia.
Y sabes porque ando con la bilis atravesada y las arcadas revueltas, porque mientras más sales en la teve lorcha, cada diez minutos en cada corte comercial, en cada canal con los dientes salidos y las manos amaneradamente hacia delante, me recuerdas que ando con 20 lucas en el banco, cinco maracas en el bolsillo y que hace unos días pagué más de 800 soles en deudas al maldito Banco Falabella. En suma, ando más misio que el Chavo en Acapulco. ¡Ala mientras!. Si existieras Cuy Mágico, por la Sarita te secuestro.
Ordenemos las ideas. Qué creativo fumeque fue capaz de diseñar cojudez tan chistosa que nadie recuerda el nombre del producto del banco ¿Qué?, ah sí, del BCP. Fue acaso en una noche de copas, fue producto de una alucinación pajera… ¿de dónde nació tal idea?. Fue acaso la suma del pobre Ekeko andino con los budas chinos que llevó al publicista “X” ganarse los frejoles con una idea como esa. O es parte de la explotación del cuy como producto de exportación. ¡Viva South Park!, ¡Qué muera Kenny carajo!, quienes se atrevieron a colocarlo de manera espectacular en uno de sus memorables capítulos.
Ya detesto a quienes incluso se han hecho fanáticos del Cuy Mágico que da plata, del que capacita empresarios, del que baila reggaetón en el youtube, del que tiene su club de fans en el hi5 con la cantidad alucinante de 50 mil ahuevados.
- Cuy Mágico que da plata, préstanos pues.
Ahora que ando más endeudado dime entonces: “Preocuparte no debes”... Pobre animal.
Ayer sábado observaba feliz el partido del Liverpool con el Fulham de Inglaterra por Fox Sport (canal 50). Y que creen, en el entretiempo del partido, aparece el pobre huevón, rodeado de esos dos actores regordetes con cara de estúpidos soñando comprarse su pedazo de tela. “Comprate este”, jure les diría si los tuviera frente mío.
Quiero proponer una hipótesis. Acaso este cuy es estereotipo de los publicitas de looking flower quienes piensan aun que el microempresario es el mismo que ama Dina Paucar y se enciende con las arpas de Ayacucho. Puede que sí, pero se equivocan, la nueva generación (esa la del Grupo 5), de laptos HP sacadas al cash en una tienda por departamento ya piensan más en alucinarse con REM y la Ñ más rock en español. Mal pues compadre. Ingenioso es. Efectivo para la marca no sé cuanto. El creativo ya logró marcar una nueva institución en la publicidad local: un cuy, que deja mal parado al entretenido “Es fin de mes” y ya parece transcenderá como el popular “¡ahhhhh Yungay!”. Pero de allí, ya lo diría Casaretto: “No pasa”.
Un sujeto identificado como Milton Vela en un comentario que hace sobre el Cuy Mágico en la pagina web de El Comercio dice que le dicen lo siguiente. Que Rolando Arellanos, comparte la hipótesis que se maneja en este post: “Se esta abusando del estereotipo que se tiene del empresario PYME porque el cuy será más familiar para la anterior generación que para ésta, que ya transita desde el Mega Plaza hasta Larcomar y si quiere se va Asia”. Golpe bajo para la ingeniosa publicidad. Es cierto, tiene mucho de verdad, también.
Y es que, hasta el Cuy ya se apoderó del google. Más de 20 páginas dedicadas íntegramente al roedor que ya me hace recordar a los prontuariados Quimper y León. Sinceridad: me lo comería chactado.
Harto estoy (carajo, acabo de expresarme como ese jijuna). Acabo de dar clic al grupo del facebook que me hace integrante del grupo que quiere darle vuelta al roedor. Habla, ¿te sumas? Si ya lo hiciste únete a la cruzada y difunde este post y responde al foro: ¿Dónde patiarias al Cuy Mágico?: las opciones son: