martes, 13 de agosto de 2013

La conquista del Planeta rojo

Eiji Onchi es estudiante de mecatrónica y es uno de los peruanos que se encarga de promover la colonización de Marte. Su sueño, desde muy chico, fue trabajar en el espacio, hoy su sueño lo convierte en realidad.

Texto: David Gavidia.
Fotos: Christian Salazar.

Es el año 2010 y el estudiante de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Eiji Onchi, recibe un premio por sus altas calificaciones. Un periodista lo entrevista para un periódico estudiantil y le consulta: ¿Cuál es su sueño?: “Quiero trabajar en la luna”, le responde. El entrevistador toma nota como quien no quiere la cosa sin imaginar que aquel chico de raíces orientales irá construyendo de a pocos su anhelo: tres años más tarde será parte del equipo peruano que desarrolla tecnologías para la futura colonización de Marte.  Su meta la está haciendo realidad. Está a un paso del espacio. Los 56 millones de kilómetros de distancia que separan a la tierra del planeta rojo ya no parecen tan lejanos.

“El objetivo a largo plazo es poblar marte ya que la tierra es un lugar limitado y la población está creciendo demasiado”, explica Eiji Onchi, hoy con 21 años. Este joven genio es un estudiante del octavo ciclo de la carrera de Mecatrónica y ya comenzó con su preparación para iniciar un periplo espacial, pese que un posible viaje llegue en unos 10 o 20 años. Por el momento, acaba de regresar de una expedición de sobrevivencia organizada por The Mars Society, una asociación que promueve la colonización de marte y en donde Diego Eiji Onchi Suguimitzu mostró su liderazgo como ingeniero de tripulación.


PRUEBAS DE SOBREVIVENCIA. Su preparación inició en un terreno muy similar al de marte, pero en un desierto rojizo de Utah, Estados Unidos. Durante su entrenamiento escribió cada vivencia personal y la visión de los cuatro peruanos que lo acompañaron: Mónica Abarca, ingeniera del Invernadero donde se realizaban las pruebas del sembrado de hortalizas y vegetales para la alimentación en el espacio; Saúl Trujillo, encargado de actividades extra vehiculares para la exploración de terreno marciano; Andrea Lazarte, oficial de salud y seguridad quien monitoreaba hasta el estado de psicológico de la tripulación astronauta y Alejandro Díaz, ingeniero aeroespacial que promovió la selección de los estudiantes peruanos por su alta capacidad para la investigación.


Cuenta Eiji que durante su estadía en Utah vivió en una base con forma de cilindro de ocho metros de diámetro con dos pisos y capacidad para seis personas. “Era como nuestra casa, estuvimos dos semanas en marzo. En el primer piso estaba el taller de mecánica, el laboratorio de química, biología y el baño; en el segundo piso estaban las habitaciones”. En este lugar la tripulación nacional aprendió a alimentarse con comida deshidratada, a bañarse en dos minutos y a racionalizar el agua. Además de darse cuenta de que la quinua es parte de la dieta oficial de los astronautas.


VIAJES SIN RETORNO. Por el momento, el objetivo personal de este futuro viajero interespacial es crear robots que ayuden a interactuar con otras personas en el planeta rojo.  Para poblar marte se debe conocer y dominar su territorio, por eso, diferentes equipos del mundo visitan la base americana. Antes que la tripulación nacional llegue, otros 125 equipos realizaron su exploración. “Ahora la tecnología es mucho mejor que cuando el hombre llegó a la luna”, recuerda Onchi

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Es por eso que los viajes al espacio ya no parecen extraídos de la ciencia ficción. La empresa holandesa Mars One ofrece viajes a marte sin retorno y está dispuesta a realizar un reallity con los aventureros. Casi 80 000 personas se han mostrado interesados en este periplo sin pasaje de vuelta para el 2023.


Mientras esto ocurre, Eiji y su equipo se han propuesta crear una sucursal The Mars Society en nuestro país. Esta se ubicará en las Pampas de la Joya en Arequipa, donde a fines de año instalarán una estación donde se realizarán los mismos entrenamientos que se hacen en Estados Unidos. Además, para difundir su trabajo han creado una página web peru.marssociety.org y un fanpage en Facebook.


“Hace diez años nadie se imaginaba que se podría viajar al espacio y ahora es posible. Me gusta vivir en esta época de transición en que la tecnología se está desarrollando tanto que vamos a ser capaces de ir a otras galaxias. Hace unos días veía un noticiero y se hablaba de carreteras intergalácticas y eso me entusiasma bastante”, dice este joven cuyo libro favorito es “Yo, Robot”, de Isaac Asimov y que parece hasta extraído de las “Crónicas Marcianas”, de Ray Bradbury. Al culminar la conversación  insistió en que su sueño sigue siendo trabajar en la luna. Parece que millones de kilómetros no lo detendrán en su objetivo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante la publicación. Bien reza el dicho "quien persevera, alcanza" !