sábado, 6 de agosto de 2011

Pene, corte y confección

David Gavidia.

Que una mujer le corte el pene a su marido es una noticia espantosa. Tan horrible como verle las tetas a Irina Grandez en la Copa América. Y peor si la información viene acompañada –en negrita y en Times New Roman- con un subtítulo tan cruel como revelador: que la despechada esposa arrojó, sin el mayor de los remordimientos, la porción del genital mutilado al triturador de la basura.

Reducido el pene a su mínima expresión. A un muñón desafortunado que no tuvo la mayor culpa, supongo-digo-yo, que el de levantarse cual corazón rebelde ante un amor distinto que el de su mujer, llega la información desde California: “Le corta pene a esposo y lo tira a basurero”. Informa el City News Service, rebota ABC, recoge Cadena3, enfatiza 20minutos.es, y La República lo pone como nota de portada en su página web. Luego vino el escarnio popular en el Twitter y Facebook. “¡¡Es el WTF del día!!”, dirían mis amigos tuiteros, con una mano en el teclado y la otra, protegiendo la cuestión.

Los reportes de prensa señalan que Catherine Kieu Becker, de 48 años, quedó detenida sin la mínima tristeza. Sin un poco de pena por el “miembro” que se fue. “Se lo merecía”, dijo de forma escueta. El ataque le costó ser encarcelada en el condado de Orange por –suena irónico - mutilación “penal” agravada; privación ilegal de la libertad, agresión con un arma mortífera, administrar una droga con intención de cometer un delito, envenenamiento y abuso de cónyuge.

A estas alturas la noticia ya produce un extraño efecto. Una punzada en el bajo vientre. La sensación de ausencia en el lugar de la presencia. O esa otra oscura sensación del soldado que todavía siente picazón en la pierna mutilada.

La noticia es tragicómica, heredada del cine negro, de la literatura de no ficción. Es atestado policial, proceso judicial inconcluso, sadismo sin atenuantes. Más doloroso que el autogol de Carrillo, y las derrotas de la “U”. La mutilación genital, nos duele a los hombres, como el luto por el amigo que ya no está, sin importar, claro, las dimensiones perdidas.

Y es que para muchos hombres el pene es un ser digno e independiente. Macho que se respeta, dice y jura, que su polla tiene sentimientos, se enamora y actúa con autonomía. Es un ser irracional que se inflama sin mayor razón que la del corazón embriagado de alcohol. Alza su bandera de libertad y acción sin importar domingos y feriados. Días de guardar o pecados concebidos.

En nuestro país los Mochicas adoraban al falo; en Puno, las ruinas de Inca Uyo le rinden culto con un templo a la fertilidad. En Asia, el Festival Kanamara es la veneración del pene en Japón y celebran al miembro viril el primer domingo de abril desde hace mil 500 años. El pene está boca de todos. Sin llegar a ser- obvio- comunión masiva de felatios asociados.

La internet tiene un wikcionario del pene, en donde se ilustra tamaños, formas y coloquialismos: le llaman bichola en México; bimbín, en República Dominicana y hasta cogote de pavo, sin indicar procedencia. En Perú lo tratan con estima, al punto de llamarlo “mi broder”.

La web Targetmaps diseño una cartografía de los tamaños del pene en el mundo, que ubicó a los peruanos por debajo de ecuatorianos, colombianos y venezolanos, pero por encima de argentinos y chilenos, lo que provocó, en un arranque de chauvinismo, que muchos compatriotas izaran su pabellón patrio y gritaran: ¡A-rri-ba-Pe-rú!

En la red también se juntan –sin mayores prejuicios- aquellos "cuya palma de la mano cubre por completo el miembro viril durante la masturbación". Y aunque el administrador español Rodrigo Ares, de la Asociación de Penes Diminutos/Tiny Penis Association, venga realizando las gestiones para afiliarse a la AVE (Asociación de Vaginas Estrechas), solo ha logrado reunir 61 afiliados.

Al pene se le han dedicado poemas y en el teatro tiene hasta una serie de monólogos en las que se da cuenta de su martirio y sacrificio por su esforzada labor. Por eso, la información, de que Catherine Kieu, decidiera – en un arranque de celos- cortar de tajo con el cuerpo cavernoso, esponjoso, meato, arteria dorsal y vena dorsal resulta más que impactante. Una noticia que podría ser considerada para muchos como un acto sacrílego, digno de extirpación de idolatrías. Pero vamos, seamos francos, no es para tanto. El desdichado esposo se convirtió en el anónimo más buscado por la prensa amarilla. Y la agresión en la más comentada en las redes sociales. Todos, amén del pene suturado. Mientras tanto, Kieu, se convirtió, sin querer, en fiel seguidora del estilo Lorena Bobbitt, y en ardua aprendiz de un arte que- preocupantemente- tiene muchos adeptos en nuestro país: el de corte y confección.

El miércoles, 13 de julio de 2011 a las 23:34.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajaja. Aplaudo la primera oración de tu post. Y suscribo !!!

Pamela Sandoval Del Aguila

david dijo...

supongo que te refieres a lo de Irina Grandez....seee...vulgaridad total!

Anónimo dijo...

esta buena la nota... Te alucino escribiendo la ota y preocupandote porque no pase nada con "tu brother"..jajaj

Fiorella Montero

david dijo...

escribo con una mano en el teclado!!!!!!!