lunes, 22 de febrero de 2010

Jodido hospital


Al que le caiga el guante, que se lo chante. Aunque generalizo a lo largo del texto, sé que también hay médicos esforzados y humanos, excelentes profesionales en los hospitales públicos. Pero como abunden de los otros, les dejo éste escrito... para aquellos que se sienten aludidos.

Escribe: David Gavidia.
Foto: tomada de http://www.ciudadaniainformada.com/

Mi papá está internado en un hospital y mi mamá frecuenta uno. Yo de niño estuve internado también. Mi panza me tumbó por varios meses debido a la falta de una vitamina que ya no recuerdo. Un dolor brutal me arrastró hacia el viejo catre de un tópico infantil (cama 202). Solo tengo en la mente, un plástico transparente que colocaron en mi brazo izquierdo, una inyección y un sueño profundo. Tan profundo como el dolor de mi madre al verme sufrir allí.


Desde entonces nace ese odio mío a los hospitales. Pues son, la residencia de los jodidos. Los lúgubres edificios que separan a los vivos de los muertos, el purgatorio terrenal que no diferencia entre buenos y malos, sino que es la pasarela de enfermos que dudan entre quedarse aquí o irse al más allá. La galería de imágenes de un final conocido: El doctor expide el guión. San Pedro hace el casting. Dios, es el director de cámaras y escoge el momento preciso. Hacen un Drama-forniqueichon. Un suspenso de vida… una pornografía del trato humano. Todos juntos crean un gran dolor.


Detesto esos viejos hospitales, en especial el Cayetano Heredia. Allí murió mi tío y un amigo mío, mi mamá se trataba allí y por unos días también me internaron. En fin, a todos… o por viejos o por mundanos, pero deberían cerrarlos. Por qué no se construyen nuevos y modernos, al menos otros que no huelan a muerto o que tengan aroma a Lavanda, que es la fragancia del telo recién trapeado.


Así como detesto los hospitales, odio las colas para las citas, las boticas y en especial a los doctores a los que se les escapan los caracoles. Médicos jodidos que no la chutan, que se les cruzan los chicotes, que tienen el mandil crema de tanto uso y la camisa de puños desilachados. Son otros jodidos también. O te agravan el mal o te llevan a la morgue. Algunos, así como tienen contrato o convenio con ciertos laboratorios deben tener lo mismo con las agencias funerarias. Dudo sean muchos los que curan, creo que son más los que te entierran.

Los doctores no te curan, te joden. O te cortan la pierna. Los doctores no te mejoran la calidad de vida, te la empeoran. Y pobres, qué sabrán ellos de calidad de vida si muchos tienen sueldos que dan pena, como los enfermos que dan pena, como las camillas que dan pena, como las cucarachas que caminan entre las sábanas y dan pena, como la comida que da pena, como el edificio que da pena, como todo ese ambiente que enferma y te apena. Como tu papá o como tu mamá que se muere y da pena… como todas esas escenas de dolor que joden y repito, dan pena.

Mi papá está internado en un hospital de EsSalud y está que se muere. Él pagó su vida entera un pinche seguro social pues tiene un cartón de docente, otro de sociólogo y otro de filósofo. ¡Lo merece pues!. Pero el trato que le dan es tan miserable que se anda muriendo de un cáncer y la cita se la dieron para tres meses después. “Al Estado le cuesta 500 soles día el mantener a un enfermo internado en un hospital”, me dice resignado, como si todo lo contribuido por más de 50 años no le fuera a alcanzar para una quimio… “Que se vayan a la puta que los parió”, le digo… Estado cabrón y su poca eficacia en el sistema de salud. “¡Alan presidente, pues… tu hijo se atiende en clínica privada!”.

Cuando recorro los pasillos del Cayetano Heredia, hospital al que frecuento casi todas las semanas no puedo dejar de sorprenderme con lo jodido que está. No es que me sorprenda tanto en realidad…sino que es la primera vez que lo vivo. Durante mis tiempos en La República escribí muchos artículos, de diversos hospitales, en los que denunciaba lo mal de la infraestructura y lo pésimo del trato al asegurado o al simple usuario que debe amanecer con el canto del gallo o con la primera combi para tener una cita de 10 minutos y obtener una pastilla que calme el dolor pero que no detenga del todo la enfermedad.

En sus pasillos se reúnen paralíticos y cuadripléjicos, anémicos y dementes, niños con problemas de conducta, señores con cataratas en los ojos, gentes con depresiones severas, acuchillados, personas con gastroenteritis, infecciones agudas, accidentados, moribundos, niños con enfermedades respiratorias, casi tísicos, gentes con TBC, VIH, chicas con el apéndice reventado, que se enroscan del dolor, cardiopatías, paros fulminantes, accidentados, gritos, llantos, desesperación, esperanza, un doctor que blasfema y tapa un cuerpo inerte, aun tibio pero tocado por la muerte, una doña que llora y se agarra a cabezazos contra la pared por la pérdida del único hijo, un adulto robusto que va por su examen de la próstata y suda frío, tan frío como el día en que dudo de su virilidad en el momento que jamás se le paró…

Un hospital es la cueva de las esperanzas, lugares oscuros que albergan un poco de nuestra fe…mucha de nuestras tristezas…la gente se muere, otros se curan, muchos desisten en volver para dejarse morir, como mi viejo. Por eso ya no hay dolor.

Qué culpa tiene uno de ser pobre. El ser miserable de bolsillo y no poder acceder a un adecuado servicio de salud. No lo digo por mi, por suerte, pues la persona que más quiero ahora anda por clínicas pitucas que te dan un trato humano: te llaman por tu nombre, su edificio huele a hierba natural, a incienso chino, se preocupan por tus avances y tus dietas, están alejados de la ciudad y en un bello espacio natural. Hasta por teléfono te siguen el tratamiento en el hogar. ¿En cambio los cagados, los jodidos del hospital? ¿Quién los cura, quién los atiende?... doctores que sobreviven curando sin saber que se mueren de sus propios males sociales: no tienen ni para el menú… se andan en combis o protestando una AETA mejor… a veces admiro a la Federación médica, otras, como habitualmente sucede, la detesto.

Ahora quién vela por mi amiga N que viaja desde Puente Piedra con su hija M, de dos años, para intentar obtener una cita con el pediatra. Ser pobre y con hija pobre es su millonaria desdicha. “¿Quién la cura, quién la atiende?, le pregunto en la cola y detrás de unas 30 personas que ruegan por una cita. “No lo sé”, me dice….

-“Estás jodida”, pienso. Un silencio toma el lugar y solo es roto por un inclemente aullido de sufrimiento. Alguien más dejó este purgatorio del dolor… para siempre.

9 comentarios:

Cynthia dijo...

Por dios tío. Qué bien escribes carajo. Y los hospitales seguirán siendo una mierda y, lamentablemente, no hay nada que hacer contra eso. Solo soportar, soportar... y a ver quién nos salva.

HenryLaredoQ dijo...

Yo de niño me la pasaba en los hospitales, sufria de asma cronica a los 10 años, despertaba a mis padres en plena madrugada con el sonido agudo de mi pecho, similar al de una tetera con agua hirviendo(sera por eso que me gusta la noche...), pero a diferencia tuya no desarrolle una adversion a esos lugares, tampoco simpatia!, es una sensacion comparable a la que me produce el recordar mis dias en el colegio, sentimientos encontrados, una vez recuerdo que me pusieron con un monton de agujitas clavadas en mis venas en una silla de ruedas y al rato me traen de compañia a un niño hidrosefalico. Ya te imaginas donde tenia el niño las agujas. Se nota enojo, rabia y disconformismo en tu escrito, percibo que dejastes de lado tu tecnica y distes rienda suelta a tu pluma cansada de tanta mierda que nos rodea y creo esta es tu forma de canalizarlo.

Sigue asi comparito!!!! Y espero se mejore tu madre, y ojala tu papa pueda afrontar de la mejor manera su destino.

Saludos!!!

Anónimo dijo...

Una vez más Henry...gracias x el comentario y tus buenos deseos...sí, hay mucho inconformismo en el texto, como mucha injusticia en los hospitales. Ojala algún día todo mejore en el sistema de salud. Abrazos.

David Gavidia.

Anónimo dijo...

Srta Cynthia Campos Bendezú, usted siempre tan bondadosa con sus comentarios...imagino andas identificada... sé q los dos sufrimos con los " nosocomios" (fea palabra, no?)

David Gavidia.

Anónimo dijo...

Coincido totalmente, los hospitales de este país colapsan de gente, la atención es de lo peor, la burocracia impera y claro siempre lo supimos, pero que diferente es cuando lo vives en carne propia. Es indignante y denigrante. Sin embargo el que no tiene para pagar la clínica se las tiene que aguantar no más, que le queda. Esperar 3 meses o más por una cita de especialidad y aguantar el dolor en triaje porque por disposiciones administrativas, totalmente absurdas, no te pueden atender sin una cita. Pero esto no va a cambiar pronto, porque a pocos les importa el sufrimiento ajeno. Alán, sus ministros y nuestros flamantes padres de la patria poco o nada harán al respecto, pues en realidad poco importa cuando no palpas en persona. ¿Por qué no atienden a sus hijos, madres y familiares en EsSalud? Solo así, entenderían lo horroroso que es tener que acudir al seguro social y harían algo por cambiar esta situación. Entenderían, tal vez, la importancia de atender y salvar la vida de sus seres queridos en el acto, y no cuando la enfermedad que los aqueja está a punto de ganar la batalla.
Sonia

Anónimo dijo...

Amio esta weno!... me gustaron varios párrafos, hay q reconocer que lo que escribes es cierto, estamos en un pais pobre y el miserable : es el enfermo pobre... y hay tanta población en lima que los hospitales del MINSA para reventando con las colas sin fin y la calidad en la atención baja! ... Hay todo en esta vida zavalita! jaja

Andrea Velásquez (médico)

Anónimo dijo...

asuu eso estuvo fuerte !! pero nada que no sea verdad ... me gusto tu publicacion ... saludoss ...

Kelly De La Cruz.

Unknown dijo...

Nada de lo que dices es mentira. Lamento tener que aceptar que todo es absolutamente cierto, dolorosamente cierto, sin embargo, te cuento que en el Hospital del Niño, conocí a un gran médico… ahora lo conoce toda mi familia… Dios lo puso en mi camino, pero después de que el anterior no acertó con el tratamiento…

ARTEMISA dijo...

EN LA CAYETANO HEREDIA PABELLON DE PEDIATRIA ABUNDAN LAS CUCARACHAS ENANAS CAMINAN POR LAS PAREDES EL PISO SALEN DE LOS INTERRUPTORES, ALLI NADIE SE RESPONSABILIZA. SE TIRAN LA PELOTA QUE NO ES SU TEMA. Y LOS NIÑOS GRITANDO DE MIEDO.NO PUEDEN NI DORMIR POR QUE EN LA NOCHE SALEN EN CANTIDAD. Y LOS PADRES MATANDO Y MATANDO A ESOS BICHOS NO HAY CUANDO ACABAR.
HAGAN ALGO POR FAVOR!!