lunes, 8 de febrero de 2010

Carta a Dios [Si el receptor existe]

Te escribo después de mucho tiempo o quizás es la primera vez que lo hago. Cuando la ciencia se acaba, no nos queda más que la fe. Y si en realidad existes, Dios, sabes a lo que me refiero. Mi mamá está enferma y ya no sé qué más hacer.

Po eso te escribo, pues me dicen que te gusta hacer milagros, que cuando la ciencia o la tecnología desaparecen basta un poco de agua bendita para curar las heridas, y las heridas de mi madre son funestas, si la depresión se mantiene, la puede matar de pena atacando su corazón, que es lo más bello que ella tiene.

Su depresión es severa y los doctores no saben qué hacer. “Se nos escapan los caracoles”, han dicho entre ellos. Yo los oí. Ella ha pasado de un policlínico a un consultorio particular, de una conocida clínica y a un hospital. Los doctores hablan de un largo tratamiento, que tengamos paciencia y le demos mucho amor, que todo lo malo pasará ¿pero cuándo?, me pregunto a cada instante. Nos dijeron un año o seis meses, ya han pasado siete y cada día la veo peor.

En mi familia no perdemos las esperanzas pese a que ella dejó de hablar, pese a que no coordina bien sus acciones y parezca un alma en pena, con mucha pena. ¿Qué es la depresión? ,¿La pena que sentí cuando mi chica, a los 15 años me cortó?, ¿La tristeza que tuve cuando murió mi perro de 16 años, o la etapa en la que tuve que andar metido en pastillas y marihuana para olvidar que las decepciones más dolorosas son las que se provoca uno mismo..?. nada de eso, esas son payasadas de adolescente idiota qué no sabe qué hacer con su vida: depresión es esa enfermedad crónica que no sabes cuándo acabará, si con la muerte o con la cura o el remedio. Depresión es ese mal que ataca el sistema nervioso, lo debilita, lo destroza y en el caso de mi mamá, te lo recalco Dios por si no lo sabes, pierdes la memoria, lloras todo el día, dejas de dormir, se te va el hambre y el sueño y con ello los sueños y las ilusiones, pierdes autoestima y esperanza, colapsa tu cerebro, ingresas en shock y tu único motor es el dejarte morir sin motivación. Así esta mi madre, Dios, y tú lo debes saber bien.

Las pastillas no le hacen, ningún tipo de medicamento tiene el efecto esperado. Te hechas al olvido y hace mucho que no te escucho reír, solo llorar, llorar, llorar… hace mucho que no oigo tu voz, hace mucho que no me dices “Davicito”, hace mucho que no eres la misma, sino esa marioneta en la que te has convertido, dependiente y sin esperanzas, una muñeca de trapo a la que hay que lavar y cuidar y alimentar, porque sola ya no quieres o ya no puedes….

Por eso te escribo Dios, por eso te reclamo Dios, porque carajo te metes con los justos. Te recuerdo que hace un año mi mamá se reía a carcajadas con mis historias, me alentaba a seguir con mi vida y mi trabajo, te recuerdo que hace un año era capaz de movilizarse sola, llamarme al celular e invitarme un pollo a la brasa, que hace un año me visitabas en el periódico y comprendías mis dolencias del corazón, por qué si eres tan buena te pasa esto…es justo que a los buenos les hagas la cagada, Dios… ¿es justo?

Ayer fui a la misa del Padre Urraca en la iglesia La Merced, del Centro de Lima. Me paré junto a una columna y fijé mi mirada en la cruz que se alza por encima de toda una pared. Creo que fue la segunda vez que se me escapa una lágrima en todo este tiempo de la enfermedad de mi madre, Dios.

La primera fue en una noche de setiembre, cuando de impotencia mordí las almohadas del sofá para que nadie escuche mis gritos y no dudé en maldecirte y blasfemarte. Lloré diez minutos y me juré no volver a hacerlo por culpa de su enfermedad. “Juro, que sin ser médico yo te curo”, le increpé a Dios, al Padre Urraca y a todos los santos como en esta carta lo hago: “CURA A MI MADRE, CARAJO”, te dije, y no volvimos a hablar. Llore cinco minutos más, Luego salí a encontrarme con mis amigos, y maquillar mi rostro con una sonrisa fingida, una felicidad apañada por ti.

Fui a la misa por una promesa. La cumplí. Mi mamá aun cree en ti, como en el Divino Niño, “el Doctorcito”. Junto a ellos recé un Padre Nuestro incompleto y un Ave María extraño, no recordaba bien lo que era hacerlo y fue cuando noté que hubo gente a mi alrededor que me miraba, quizás por el rostro desencajado y la mirada perdida, no lo sé, pero me miraba. Y yo que seguía insultando y maldiciendo en frente tuyo. Juzgando a la vida. Por cabrona. Por mala. Por perversa. Te la agarras con los débiles y cagas a los buenos. Los malos, ya LO veo, anda en un pie de felicidad, caminando cobrando sus cheques y haciéndose el rico. Dicen que todo es karma, la bondad volverá a nosotros que trabajamos por el bien, tu estas maldecido. No lo digo por ti, Dios, tú sabes a quién me refiero.

Recé y oré por mi madre, solo por ella. No te pedí por mi salud o por mi trabajo ni por mi padre, que anda arrastrando su poca vida producto de un cáncer terminal. Él ya vivió sus 74 años y nos hemos reconciliado hace poco, después de muchos años en los que maquillé nuestro distanciamiento con su muerte ficticia. Mi madre, con 54, mujer guapa y separada, con un solo hijo de 26 es para que goce lo mucho que le queda de existencia. Solo recé por ella y tú lo sabes Dios, tú lo sabes. No nos hagamos los tercios, que si en realidad me escuchas, conoces muy bien la
historia.

Apelo a ti entonces, a la fe que trato de construir para creer en ti, para ser parte de ti. No te pido más que por ella. Que la vuelvas a su estado de gracia, en la que me llamaba “Davicito”, en la que como hace seis meses me invitaba pescado frito en Habich. Antes que tu estado de demencia te consuma y te vuelva temblorosa y llorona, antes de que tu depresión se convierta en nuestra más grande pena, antes de que toda tu alegría se convierta en decepción.

Veo una foto de hace un año Dios, y veo a mi mamá con muchos kilos más y sin ojeras, con la tez rosada y no pálida, con los labios que aun pronunciaban sus deseos. Hoy que eres marioneta en vida te pido le devuelvas su dignidad de persona, que le devuelvas lo mucho que le has quitado. Prometí no llorar porque sé todo acabará pronto y en tu cumpleaños bailaremos alguna cumbia de moda. Mientras tanto tú quédate en el Norte, que la brisa del mar acompañe tu sueño, que las gentes alegren tu existencia, yo me vengo a Lima a enfrentarme a la mierda que puede ser la ciudad, a cambiar nuestro mundo a alistarte las sábanas de tu cama y plancharte la ropa que tengas ajada. Dios, si en verdad existes has el milagro, la ciencia ya no sabe qué carajo hacer, te propongo un trato: te regalo 25 años de mi vida, 50 años de mi vida por la salud de mi madre. Cúrala. Si ella no está, yo tampoco quiero estar. Si ella está, yo estoy. Ayer soñé que estaba sana, y quiero sea así. Analiza mi propuesta.

Adiós.


PD: No tengo muchos amigos cristianos, creo. Yo tampoco me considero tal. Pero creo en la fuerza natural y en la suma del amor y el bienestar que crean la felicidad. Prometo rezar de cuando en cuando y comprometo que esta noche, algunos de mis amigos que leyeron esta carta abierta, se acordaran de ti y también (a su modo) orarán por la salud de mi mamá…así te sentirás más presionado y tendrás que cumplir con el ansiado milagro.

6 comentarios:

mercedes dijo...

Yo tambièn voy a rezar por tu mami. Un beso, David.

Cynthia dijo...

Tenemos que reventarle el teléfono a Dios, amigo mío, hasta que escuche, hasta que atienda, hasta que se dé cuenta de lo que está haciendo y le toquemos aunque sea un poquito el corazón...Moveré mis palancas allá arriba y llamaré a mis contactos jeje... esta comisión debe ser la mejor y debe salir impecable. Fuerza. Te quiero y te admiro mucho.
C.

Unknown dijo...

Davicito de mi corazón!!
Dios existe!! Lo puedo asegurar. Hagamos fuerza común, apelemos el poder que tiene la oración. Cuando todo esto pase te habrás convertido en una persona más fuerte. Estoy totalmente convencida que, más pronto de lo que crees, esta situación tan dura y triste se convertirá sólo en un recuerdo.
Te quiero mucho amigo y recuerda que estamos contigo.

áNGEL ESPALDA dijo...

fuerza broer!!!
q mas t puedo decir sino q todo esto mejore
hay q estar con la vieja siempre!
saludos

Unknown dijo...

Dios ha de querer que tu mami salga pronto de esto y como dices tú puedas seguir disfrutando de su cariño y el amor que ambos se dan. Un gran beso y FUERZA!!! El señor todo lo puede, confiemos.
Rocío

HenryLaredoQ dijo...

estoy pasando por un problema similar, se trata de mi esposa tiene un pequeño sangrado en el cerebro pero es controlable, mi pequeña historia lo puedes leer por aca: http://www.queenfanperu.com/foro/viewtopic.php?p=8882#8882

una persona que me queria ayudar me escribio lo siguiente:
Hola, creo que por algo pasan las cosas y a esto me referia al comienzo de mi relato, ya tu ves... alguien me trajo hasta este foro para que esto te llegue a ti para que finalmente le llegue a tu novia que es la que lo necesita y ella a su vez se lo pasara a otra persona que tambien lo necesite.

La direccion es calle santa paula 370 - Pueblo Libre, esto queda frente a la universidad catolica. Hay una calle donde esta la farmacia Cuba. Alli doblas a la derecha (hay unas rejas) y la primera a la izquierda. Los servicios son todos los martes y miercoles, a partir de las 2 de la tarde, pero te aconsejo que llegues temprano y te apuntas. Por si acaso, ellos no cobran un centavo x esto (sino no tendria sentido). No dejes de ir con tu novia y me cuentas, mucha suerte ADS

Hasta el momento no he asistido pues me voy a casar por reli con ella este fin de mes, recien me dare tiempo para ir juntos a ver como nos va con esas personas.

si tienes alguna consulta extra:
hlaredo@gmail.com